A partir de esta edad empezamos a dedicar algo de tiempo a ver las palabras escritas que el alumno ya domina oralmente. El libro de actividades sirve de apoyo a la hora de plasmar por escrito lo que es ya familiar en su forma hablada.
Esto no significa que su hijo deje de comunicarse o pasarlo bien ya que seguimos practicando el idioma a través de actividades, juegos, y estímulos audiovisuales que tienen como fin que el alumno interactúe con el resto del grupo y el profesor. En estas clases de inglés para niños se trabaja individualmente, en pareja y/o o en grupo y el profesor supervisa dichas actividades y corrige la pronunciación mejorando gradualmente la soltura y dándole confianza a la hora de expresare.
Al final de cada trimestre, los niños hacen un examen de evaluación tras el cual mandamos un informe individualizado sobre su progreso, actitud y evolución. Los exámenes sirven para reflejar los conocimientos de los niños pero también para que nosotros podamos controlar los niveles y la comprensión de la materia impartida.